miércoles, 22 de mayo de 2013

El Zoo Humano, de Desmond Morris


En este libro, el autor nos compara a nosotros lo seres humanos (monos desnudos) con animales de otras especies en estado de cautiverio. Desmond Morris analiza la sociedad que el mono desnudo ha ido forjando a lo largo de la historia y las consecuencias que dicho avance ha acarreado a la forma de vivir, siendo esto posible gracias a aspectos únicos que poseemos como especie. A lo largo del libro el autor cita numerosos comportamientos que no son naturales ni salen espontáneos de los animales, incluyéndonos claro. Éstos comportamientos los hemos ido adquiriendo como mecanismo para seguir creciendo y creciendo, viéndonos cada vez en condiciones más similares a las de un animal en cautividad. El autor a lo largo del libro se refiere a la ciudad como el zoo humano y de ahí el nombre del libro. ¿Por qué ese nombre? Desmond Morris sostiene, y a mi parecer es correcto, que el nombre comúnmente usado de selva de asfalto no se corresponde a lo que realmente representa para el ser humano. Nuestro estado, como se dijo anteriormente, se vería mejor reflejado en un ambiente cautivo, como el de un zoo.
A lo largo del libro el autor nos  habla de cómo este mono desnudo pasa de ser un recolector y cazador a un habitante de una “supertribu”, dejando su estado original trival. También dedica un capítulo a cómo varía la forma de gobernar al pasar del estado trival al supertribal y las diferentes formas que emplean los gobernantes para someter a sus súbditos, comparando todo esto con ejemplos muy claros y bien detallados del reino animal. En el libro se menciona extensamente un apartado que concierne al sexo y sus diferentes formas, comparando nuevamente estos aspectos con casos dados en la naturaleza.  Habla además de el porqué se crean grupos diferentes dentro de la misma especie humana y que gracias al establecimiento permanente en un mismo sitio, adquirimos un sentimiento de “defender lo nuestro” frente a grupos extraños. Nos habla de cómo nuestros cerebros han ido evolucionando y cómo las experiencias vividas nos afectan, incluso produciendo efectos en el futuro, marcándonos. El autor dedica también un capítulo a la explicación de por qué el mono desnudo siempre se encuentra luchando por el estímulo, en lugar de hacerlo por sobrevivir, al igual que el animal del zoo. Por último, el escritor nos habla del complicado proceso evolutivo que conlleva el aprendizaje y el cómo el ser humano atraviesa procesos como la exploración, la invención y la creación.
A pesar de que todos los capítulos de este libro me parecieron sumamente interesantes y que gracias a ellos comprendí numerosas pautas de comportamiento vistas durante el día a día, hubo un capítulo que me impactó el que más: Tribus y supertribus.
En este capítulo, Desmond Morris empieza comparando el estado trival inicial en que vivía el hombre: los núcleos sociales eran de pequeño tamaño y disponía para poder realizar sus actividades un inmenso espacio. Sin embargo el hombre, al pasar de tribu a supertribu, se ha visto en unas condiciones completamente diferentes: hoy en día las ciudades cuentan con un número desproporcionado de habitantes y el espacio vital de los individuos se vio reducido violentamente. Lo más curioso y sorprendente es el poco tiempo que ha llevado este proceso o cambio. El mono desnudo se ha adaptado con éxito a esta nueva condición, sin embargo, no ha tenido tiempo para cambiar biológicamente, y por ello este proceso se ha realizado gracias al aprendizaje y al condicionamiento. Uno de los pasos más importantes que dio el ser humano en su evolución cultural fue el utilizar la agricultura y el empezar a domesticar animales, como por ejemplo cabras u ovejas. Esto tuvo mucho éxito, y se creó así por vez primera una provisión constante de alimentos y con ello un excedente alimenticio regular con el que se podía contar (esto último fue clave para la civilización). A medida que los núcleos de personas fueron evolucionando y progresando, se fueron creando comercios y relaciones con otros centros urbanos, dando lugar poco a poco a una interconexión jerárquicamente organizada entre ciudades vecinas. Es aquí cuando la tribu deja de serlo para convertirse en una supertribu, que posee cualidades propias que hoy en día se aprecian: el individuo tribal pasó a convertirse en un ciudadano, un ser que ya no podía conocer personalmente a cada individuo de la supertribu (había dejado de ser una sociedad personal para convertirse en  una impersonal).
Con la antigua Roma, se llegó a una fase en la que la comunidad humana ha crecido y desarrollado tanto en densidad que, zoológicamente hablando, llegamos a la condición moderna. 

Se llegó con esto a un nivel de impersonalidad en las relaciones humanas nunca antes visto dentro de una misma tribu. El hecho de que podamos sobrevivir teniendo en cuenta estos factores para los cuales no estamos preparados biológicamente, es debido a la gran habilidad, tenacidad y plasticidad de nuestra especie.
Pero este gran desarrollo aporta un problema, que es el de gobernar a tanta gente. Con ello, surgen las leyes y códigos de disciplina, con el fin de facilitar el equilibrio en ésta tan impersonal sociedad moderna. Actúa así la ley como un instrumento equilibrador, tendente a contrarrestar las distorsiones de la existencia supertribal, y que ayuda a mantener (en condiciones antinaturales como la supertrival), las formas de conducta social que son naturales a la especie humana.
Por otro lado, las religiones junto con los idiomas, han ido fortaleciendo los lazos entro de un mismo grupo y debilitándolos entre grupos. Sin embargo, al ir creciendo más y más las supertribus no bastaban la ley, la religión, los idiomas para mantener unida a la población. Se empezaron a necesitar fuerzas cohesivas más grandes, como por ejemplo la guerra. Nada une más a un pueblo que una guerra. Fortalece los lazos y la unión, aumentando el patriotismo de un individuo. Esta estrategia, cabe destacar, ha sido y sigue siendo usada por gobernantes para mantener una unión entre los habitantes que gobiernan. Después de todo esto que se ha dicho, ¿Por qué el hombre sigue viviendo en un sistema que presenta tantos inconvenientes? Se debe a que el hombre presenta cualidades como su insaciable curiosidad, inventiva y su atletismo intelectual. El sistema de vida urbano parece acentuar aún más estas cualidades. Eso hablando en un ámbito general. Individualmente, cada persona está expuesta a cargas y tensiones dentro de su sociedad, como por ejemplo ruido, falta de ejercicio, limitación del espacio, exceso de gente (condiciones antinaturales en un principio, que no se daban en la tribu). Y aún así aguantamos.

Cada clase de animal ha ido evolucionando para existir en una cierta dimensión de espacio vital. En el zoo humano o en las ciudades esto no es posible, el espacio se halla gravemente reducido. La creación de parques y zonas verdes es un intento (pobre), de minimizar el sentimiento de claustrofobia presente en diferente medida en cada uno de los habitantes de la supertribu. El hombre busca compensar esto también yendo de viajes o realizando actividades que le proporcionen una distracción de tanto estrés supertrival. Los animales de zoo, desgraciadamente, no tienen más remedio que conformarse con dar vueltas y vueltas dentro del perímetro de sus jaulas.
Finalmente para concluir,  he de decir que en el libro el autor de expresa con suma claridad y leerlo me resultó sumamente llevadero y me dio a entender muchas pautas de comportamiento presentes en los seres humanos. Pero más que nada, me dejó bien claro que nosotros (los monos desnudos) somos animales al fin y al cabo.


Christian Muñoz Maggi

domingo, 12 de mayo de 2013

EL MONO DESNUDO, Desmond Morris


En este libro Desmond Morris intenta estudiar a la especie humana (Homo sapiens) como si de cualquier otra especie se tratase,  es decir, desde un punto de vista zoológico. Comienza explicando que durante todo el libro el ser humano pasará a denominarse  “mono desnudo” ya que en comparación con nuestros parientes evolutivos es la diferencia más notable a primera vista. A partir de esa breve introducción, los episodios del libro se suceden basándose cada uno de ellos en un aspecto diferente de la vida del mono desnudo: orígenes, sexo, alimentación, exploración, lucha, crianza…
Tras la introducción y cómo es lógico, el libro comienza con el capítulo “Orígenes” en el que autor contextualiza nuestra especie antes de que se pasase a denominar mono desnudo y sienta las bases que se necesitan para poder comprender el hilo de sus deducciones en los posteriores capítulos.  En esta parte, Morris comenta como el mono desnudo ha pasado de ser un mono de los bosques que se alimentaba principalmente de frutos a un cazador social que finalmente ha conquistado el planeta. También expresa con claridad cómo al haber conseguido verticalidad y haber sido capaz de caminar sobre dos patas puede utilizar las manos para fabricar herramientas. De todas tampoco olvida comentar que sus progresos culturales han rebasado con creces a los desarrollos genéticos por lo que estos en diversas ocasiones entran en conflicto.
En cuanto al sexo y todo lo que esto conlleva, la principal unidad del mono desnudo es la familia en la existen fuertes lazos en los dos cónyuges para criar a sus hijos. La creación de estas relaciones era necesaria ya que debido al nuevo sistema de vida que lleva el mono desnudo (salir a cazar) conlleva tener un lugar al que volver y asentarse y así dejar el nomadismo. Teniendo en cuenta que todo esto en comparación con los demás primates no se lleva a cabo, es sorprendente cómo cambia el modo de vida con tan sólo pasar de comedor de frutos a cazador.
A partir de ese capítulo se derivan todos los demás y durante todo el libro el autor no para de comparar al mono desnudo con sus parientes evolutivos más cercanos y así de esta manera ayudar a comprender al lector todos los cambios qué se han producido desde que nos distanciamos de ellos. Morris también tiene en cuenta varios estudios actuales sobre la población humana con el fin de obtener más información sobre nuestras costumbres. Siempre toma como ejemplo a la población occidental mayoritaria.
Nuestros comportamientos son prácticamente los mismos solo muchos de ellos se han modificado enormemente. Por ejemplo, el trabajo de hoy en día ha sustituido a la caza aunque siguen manteniendo la misma finalidad que es sustentar el núcleo familiar. También se puede ver perfectamente que hoy en día poseemos nuestros círculos de relaciones de la misma manera en la que antes nos dividíamos en diferentes tribus. Nuestra curiosidad sigue innata y es lo que nos lleva a seguir avanzando como especie y lo que nos ha llevado al desarrollo tecnológico porque la rutina acaba con nosotros y necesitamos nuevos retos.
Finalmente, según avanza el libro cada vez nos damos cuenta de que nuestros comportamientos y sociedades se basan en todo lo que nuestros antepasados ya hicieron hace mucho tiempo y de que los cambios ellos experimentaron están todavía muy vigentes todavía hoy en día. Cuando el libro se acaba de leer uno se planta frente al espejo y se pregunta cuánto hay de animal en él y la respuesta es sorprendente ya que tenemos de animales mucho más de lo que creemos.
Para concluir diré que Morris se expresa de una manera muy clara. Ha escrito un libro muy asequible para le gente que no está iniciada en el mundo científico ya que escapa de introducir largas listas de datos y se centra principalmente en hechos significativos huyendo de vocabulario técnico lo facilita enormemente la compresión del lector.
                                                                                       
       Victor Blanco Andrés

lunes, 6 de mayo de 2013

Los impulsos de los de los sonares de exploración marina afectan a las ballenas


La elevación dramática de ruido oceánico generado por el hombre en el último siglo ha aumentado la preocupación por el impacto  de este sobre los cetáceos, que dependen de señalización acústica para la comunicación, la orientación, la localización de presas y depredadores. Los sonidos de las encuestas de exploración marinas son una de las varias fuentes de ruido antropogénico que pueden provocar reacciones en los mamíferos marinos. Los estudios sísmicos se basan en sistemas que producen sonidos de alta intensidad con la mayor cantidad de energía por debajo de 200 Hz. Las frecuencias máximas de estos sonidos se superponen las señales acústicas y rangos audiencia estimada de los cetáceos barbados. Tal interferencia acústica podría reducir  la capacidad de las ballenas para detectar señales biológicamente relevantes. A pesar de esta preocupación, hay un conocimiento escaso de las respuestas acústicas de ballenas a sonidos de exploración sísmica.
En este estudio, se investigó el comportamiento de llamada de la ballena azul ( Balaenoptera musculus ) en relación con las operaciones sísmicas que se produjeron en el estuario de St Lawrence, Canadá. La ballena azul (rorcual azul) es conocida por ser el animal más grande de la historia de la Tierra. Puede llegar a medir 30 metros y a pesar 200 toneladas. Eran abundantes en los mares hasta el siglo XX donde se disminuyó su población debido a la caza indiscriminada de ballenas.
 El método de reflexión sísmica desplegado fue un generador de chispa (sparker), una tecnología de baja potencia media (de 30 a 45 Hz). Los “cantos” de ballena son sonidos de frecuencia modulada audibles y de corto alcance que se emiten durante las interacciones sociales de y la alimentación. Estos son breves (1-4 s) y transitorios, con una banda de frecuencia de 30-200 Hz y por lo tanto podrían ser susceptibles a la interferencia de los trenes de impulsos de prospección sísmica. Hemos investigado si la frecuencia de llamadas cambia durante los periodos en los que se emiten las frecuencias del sparker.
Los datos fueron recolectados en el estuario de St. Lawrence, donde se realizaron exploraciones sísmicas con sparker en un período de 11 días (1-11 de agosto de 2004) Debido a que no se tenía información sobre el horario, los trayectos, la posición y el movimiento de las ballenas respecto al barco que llevaba el sparker, la información sobre el comportamiento acústico de ballena azul se obtuvo de las grabaciones del ruido del sparker y de los demás sonidos detectados dentro del espectro del canto de ballena .
Se dividió el experimento en 4 días con impulsos del sparker y otros 4 sin ellos. Los datos de sonido de 8 días de chispa se dividieron en muestras de 10 minutos. Para tener en cuenta la posible influencia del contexto social sobre la actividad de llamadas, sólo las muestras para las que tuvimos observaciones visuales simultáneas se utilizaron en el análisis.
A lo largo de un día, durante el cual se emitían pulsos sparker, hubo períodos con y sin actividad de chispa. En estos días, se compararon las tasas de llamada para los períodos con y sin pulsos sparker. 
Durante los 11 días de la encuesta, avistamos 17 ballenas. De todas las llamadas que se captaron, el 77 % eran audibles en al menos tres grabadoras. En total, se obtuvieron 117 muestras de 10 min de los días con pulsos y 129 de los días sin pulsos sparker. De estas 117 muestras, 51 contenían pulsos sparker y 66 no lo hicieron. 
La ballena azul emite significativamente más llamadas en los días de pulsos como lo muestran los resultados del modelo lineal generalizado (GLM) con estructura de error cuasi-Poisson, y la respuesta fue independiente del número de individuos observados. Dentro de los 4 días con pulsos sparker, las ballenas llaman generalmente más durante periodos con pulsos que en periodos sin pulsos. 

Las ballenas respondieron al ruido de las operaciones sísmicas sparker aumentando la producción de su llamada. Estas reacciones acústicas de los cetáceos a la actividad de pulsos incluyen la reducción de las tasas de vocalización o dejar de cantar. Este estudio proporciona la primera evidencia de un aumento en el comportamiento vocal en respuesta al ruido de exploración sísmica en los cetáceos.  Mediante el aumento de su tasa de llamadas, el animal aumenta la probabilidad de que su señal sea recibida con éxito por sus congéneres. Esto es coherente con la teoría de que un aumento en la producción de llamada compensa el enmascaramiento de la información por el ruido.  
Otras reacciones vocales a corto plazo observadas a elevados niveles de ruido ambiental incluyen el cambio de frecuencia de llamadas, el aumento de la amplitud y la duración de llamada o dejar de llamar. Nuestros datos no permiten mediciones fiables de la amplitud de la fuente, debido a la imposibilidad de determinar con precisión la posición del emisor. Debido a la alta variabilidad natural en la duración de la llamada y la modulación de frecuencia, los cambios en estos parámetros no se pueden atribuir de forma inequívoca al nivel de ruido elevado.
Las respuestas conductuales a la exposición al ruido son generalmente muy variables y dependen del contexto. Para los animales que participan la comunicación próxima, es probable que haya una ventaja en comportamientos acústicos que mantienen el vínculo social inmediato, mientras que los animales que participan en el canto a largo plazo dirigido a un público distante, la pérdida de información es menor si el canto se interrumpe temporalmente . Aunque no hemos podido probar esta hipótesis debido a la falta de respuestas globales individuales, este estudio ofrece pistas valiosas para futuras investigaciones.
Nuestros resultados muestran claramente que la ballena azul cambia su comportamiento en respuesta a una tecnología de bajo consumo medio que se presume que tienen menor impacto ambiental.  La reducción de la capacidad del individuo para detectar señales socialmente pertinentes podría por lo tanto, afectar a los procesos biológicos importantes. Este estudio sugiere una cuidadosa reconsideración de los posibles efectos de los pulsos de las investigaciones sísmicas sobre el comportamiento de las ballenas. Esto es particularmente relevante cuando la especie se encuentra en alto riesgo de extinción como es el caso de la ballena azul.

Fuente: Exposure to seismic survey alters blue whale acoustic communication.
                 Lucia Di Iorio and Christopher W. Clark


                                                                                                                                   
                                                                                                             Victor Blanco



El error del pavo inglés


El error del pavo inglés” es el título de un libro escrito por Antonio José Osuna Mascaró, un biólogo español. En él trata de dar respuesta a varias preguntas de distinta índole, con ayuda de teorías evolutivas, físicas, biológicas y filosóficas, para al final acabar recordándonos que los seres humanos SOMOS ANIMALES.

Para comenzar el libro, el señor Mascaró nos cuenta una “historia” (está basada en una noticia de 2006) ocurrida en Inglaterra en la localidad de Brierly. Esta “historia” trata sobre un pavo real (Pavo cristatus) que acabó enamorándose de un surtidor de gasolina, y que todas las mañanas acudía al lugar donde se encontraba el surtidor y le realizaba el cortejo. A partir de esta historia, el señor Mascaró toma el concepto “error del pavo inglés” para explicar que  hay veces en que se utilizan algunas de nuestras capacidades en situaciones distintas para las que esas capacidades estaban diseñadas según la evolución. Empieza explicando cómo nuestros sentidos dan una imagen que no tiene porque ser la correspondida con la realidad.  Dice que esa imagen ha surgido por la conexión existente entre los órganos que captan la imagen y los sistemas que la procesan, conexión que a lo largo de la evolución ha demostrado ser de gran ayuda para obtener la información necesaria para sobrevivir, y por lo tanto no tenemos que confundir la información relativa a una realidad con la reconstrucción de la misma.


El señor Mascaró continúa respondiendo a preguntas, como ¿Qué es la vida?, a la cuál acaba respondiendo que la vida es una propiedad que nosotros otorgamos a un sistema, pero que al intentar definirla caemos en “el error del pavo inglés”, pues es un concepto demasiado amplio como para limitarlo a una simple definición según él. Responde también a la pregunta ¿Cuál es el sentido de la vida?, aunque en realidad la respuesta que da se refiere mas a el porqué la gente se pregunta acerca del sentido de la vida, a lo cual responde que es una pregunta sin sentido pues nos empeñamos en pensar que todo lo que tenemos (nuestra vida, nuestra naturaleza, etc.) es nuestro porque la historia ha dicho que sea así, cuando en realidad la historia es una herramienta creada por nosotros y qué responde a nuestros intereses. Otra de las preguntas principales a las que da respuesta es la de ¿Qué es la consciencia? Para responder a esta pregunta el señor Mascaró, tomó las ideas de Ramachandran (un experto en sinestesia) que constaban de la continuidad, coherencia y unidad, propiedad del cuerpo, el libre albedrío y la consciencia de uno mismo y le añadió una idea suya propia: La persona.

El capítulo que más me ha gustado ha sido el último La escalera de cristal. En este último capítulo el señor Mascaró, a través de distintos apartados derriba al ser humano de la escalera de cristal en la que se encuentra en lo más alto. A través de distintas comparaciones demuestra que no solo los seres humanos son racionales, culturales o autoconscientes, sino que distintas especies de animales lo son también. En particular, El caso del loro  Álex. Este loro él sólo, fue capaz de aprender por sí mismo a deletrear y  hacerse preguntas a sí mismo. Mostraba la capacidad cognitiva de un niño de 4 a 6 años. Sin embargo no fue tomado en cuenta porque solo era un loro, una anomalía entre todos los loros existentes, que no fue tomada en cuenta por los seres humanos. A través de ejemplos como esté (la cuervo Betty es otro ejemplo llamativo pues fabricó ella sola una herramienta para conseguir comida, dejó un vídeo aquí debajo) el señor Mascaró acaba destruyendo la escalera de cristal en la que se encuentra el ser humano y lo devuelve a la realidad: Los seres humanos, como el loro Álex o la cuervo Betty, SOMOS ANIMALES.

La verdad es que al principio, me ha costado engancharme al libro, pues los primeros temas no me atraían mucho (hasta el capítulo IV más o menos), pero la constante utilización de ejemplos claros y de la vida cotidiana, hacía que se pudieran entender los conceptos mucho mejor, además de utilizar de vez en cuando algún recurso humorístico, que hacía que la lectura fuera más amena. Sin duda un libro muy interesante y recomendable. Aquí debajo dejó el vídeo de como un cuervo es capaz de, sin ayuda de nadie, crear una herramienta para conseguir comida.
                                                                  
                                                                  Gontzal Merchán De la Cruz


Dientes de gallina y dedos de caballo


Dientes de Gallina y Dedos de Caballo es el quinto libro de los 24 que escribió Stephen Jay Gould. En él nos habla de una gran cantidad de curiosidades sobre el reino animal, así como de las personas que más influencia han tenido (para bien o para mal) en el desarrollo de la teoría de la evolución. Al comienzo del libro el autor comenta como nuestra tendencia general de extrapolar lo que vemos en nuestra especie nos lleva a creer que en la naturaleza los organismos masculinos son de mayor tamaño, y por ende más fuertes que los femeninos. Sin embargo esta creencia es totalmente errónea. Más tarde pasa a explicarnos aspectos curiosos sobre las pautas de identificación de las aves y las construcciones de sus nidos, así como la naturaleza amoral de los animales. Hecho que generó bastantes discusiones en el siglo XIX, cuando se empezaron a analizar los comportamientos de ciertas avispas, cuyas larvas se alimentaban de orugas vivas prolongando su agonía hasta que no quedaba otra cosa para comer que no fueran los órganos vitales.
Después el autor relata las aportaciones de Hutton, Darwin, Agassiz y Vavilov al ámbito de la biología para explicar cuestiones como el parecido de los órganos sexuales de hienas de diferente género (las hembras y los machos son indistinguibles a la vista) y porque los animales no han desarrollado ruedas en ninguna especie. Finalmente nos habla sobre la conspiración de Piltdown, uno de los más sonados fraudes en antropología, para pasar por las implicaciones sociales que han tenido ciertos campos de la biología y terminar el libro indicándonos si las cebras son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas.


El libro en general me ha resultado bastante entretenido, pero los temas 5, 6, 7 y 10 se me hicieron bastante aburridos. Gould combina curiosidades del mundo animal con los motivos que llevaron a su estudio en unos casos y las consecuencias sociales que tuvieron por otra parte, dándonos una idea del marco histórico en el que se dio cada acontecimiento. Es importante remarcar que este libro no habla sobre una única idea, va mostrando distintos relatos aparentemente inconexos para finalmente poder darle al lector una idea del concepto de la evolución. He de admitir que no fui consciente de este hecho hasta que finalice el libro, y gracias a él he podido reforzar mi entendimiento sobre la teoría de la evolución, que al contrario de lo que antes pensaba flaqueaba en algunos puntos importantes.

Los temas que me han llamado la atención no son aquellos a los que hace referencia el título, sino los que ahora voy a comentar. Uno de ellos es el relativo al papel de los machos en la reproducción, el cual oculta una verdad un poco incomoda para los organismos del género masculino. Y es que, teniendo en cuenta que el objetivo principal de un organismo es la reproducción, y que las hembras  se encargan de nutrir y gestar al retoño (en la mayoría de las especies), la única aportación del macho a la siguiente generación  es su ADN incluido en el esperma. Esto ha permitido que en muchos organismos el tamaño del macho se vea reducido. Es más, en algunos organismos el macho no mide ni una decima parte de la hembra (caso del pez pescador en la imagen) y ha quedado relegado a una especie de parasito, que cuando se fija a la hembra prácticamente se fusiona con ella y le sirve de almacén de esperma. Otros organismos como el  Enteroxenos también siguen una estrategia parecida llegando a perder la funcionalidad de casi todos sus órganos internos. Todas estas variaciones en las interacciones macho-hembra reflejan una estrategia evolucionada para cada circunstancia en particular.



Por otro lado, el libro de Gould me ha dado la respuesta a una pregunta que aunque no me había hecho nunca levanto gran interés en mi cuando la leí ¿las cebras son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas? Gould empieza por explicarnos las dudas que hay en cuanto al grado de parentesco de de las cebras (Equus burchelli, Equus grevyi y Equus zebra), los caballos (Equus caballus) y asnos y burros (Equus africanus asinus). Según los estudios de David Bennet los dos primeros tipos de cebra estaban emparentadas entre sí, pero la sorpresa le sobrevino al determinar que Equus zebra, la cebra de montaña tenía un mayor grado de parentesco con los caballos verdaderos (Equus caballus) que con las otras cebras. Los análisis de Bennet se basaban en caracteres que no son muy seguros a la hora de establecer parentescos,  como aspectos morfológicos y la cantidad de cromosomas (las diversas especies de Equus a pesar de sus similitudes difieren mucho en el numero de cromosomas), por lo que no podemos darlos como correctos. Sin embargo dejaron una pregunta en el aire; ¿Qué sería entonces una cebra? O más concretamente ¿Cómo obtuvieron sus rayas blancas o negras los Equus?

Existen dos posibilidades, o bien el antepasado común de todos los Equus tenía rayas y los caballos y asnos las perdieron o bien es una capacidad de desarrollo heredada que ha aparecido independientemente en las tres especies de cebras. Posteriores investigaciones resultantes de los cruces de caballos demostraron que la opción correcta era la segunda. Los descendientes presentaron franjas similares a las de las cebras en algunas regiones del cuerpo.
Ahora que ya sabemos el origen de las rayas de las cebras cabe remitirse a la pregunta anterior, ¿las cebras son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas? Hubo una época en la que las dos ideas eran defendidas. Los científicos pensaban que el vientre blanco de las cebras debía de indicar que esta era su color original, sin embargo otros muchos animales tienen el vientre de color blanco. Por otro lado los pueblos africanos consideraban a las cebras como animales negros con rayas blancas. La disputa se vio finalizada a favor de la opinión de los africanos cuando Jonathan Bard descubrió una cebra anormal en la que en vez de rayas blancas se podían observar hileras de puntos y manchas discontinuas. Esto le indico que el color blanco era debido a una inhibición del pigmento natural, que era el negro.

Julen Mendieta


miércoles, 1 de mayo de 2013

El sistema GPS de las Hormigas


                                             
Todos sabemos lo que es un sistema de navegación GPS, consiste en un aparato electrónico situado en los medios de transporte que utilizamos, al cual le introducimos el destino al que queremos ir, y este nos lleva por la ruta más conveniente hasta él. Pues bien, en la naturaleza encontramos que las hormigas poseen un sistema parecido a los GPS a partir del cual, pueden escoger la ruta más conveniente para volver al hormiguero, una vez ya han cogido la comida que necesitan.

El Sistema de integración de ruta que poseen las hormigas australianas (M. bagoti) se basa en la utilización de 2 partes de su cabeza. Por un lado los ojos compuestos, y por otro los ocelos. Se sabe que los ojos compuestos reciben la información sobre la distancia (a través de un contador de pasos) y la dirección (a través de una "brújula" que capta las señales cardinales celestes) de la hormiga respecto del hormiguero, mientras que los ocelos solo reciben la información relativa a la dirección.

El sistema de contador de pasos, a través del cual las hormigas miden la distancia, permitía a estas saber a cuanto estaban del hormiguero por lo que el acortar o alargar sus patas, provocaba que las hormigas midiesen mal la distancia a la que se encontraba el hormiguero y podrían no llegar a él o incluso pasarse de largo. En cuanto a la "brújula" de las hormigas, esta tomaba como referencia las señales cardinales celestes (posición del sol, etc), para guiarse  hacia el hormiguero, mecanismo que estaba tanto en los ocelos como en los ojos compuestos.

Sin embargo, no se sabía si la información captada por los ocelos era suficientemente importante como para que ellos solos pudiesen dirigir a las hormigas sin necesidad de los ojos compuestos. Para ello investigadores australianos realizaron un experimento en el cual a las hormigas se les aplicaba un tratamiento de 3 posibles: O se les tapaban los ojos (Oc), o se les tapaban los ocelos (Ey), o se dejaban ambos órganos al descubierto (Control).





Hay que decir, que antes de aplicarles el tratamiento, a un grupo se les dejaba que realizasen el camino de ida del hormiguero hasta la zona donde había alimento (FV) y a otro se les daba el alimento a la puerta del hormiguero sin tener que realizar ningún recorrido (ZV). Una vez habían recogido el alimento, se trasladaba a esas hormigas a lugar desconocido y se les aplicaba allí el tratamiento correspondiente.

Se observó que las hormigas FV y ojos compuestos descubiertos (Ey) así como las pertenecientes al grupo control (Ct), en general, se orientaban rápidamente en la dirección en la que se encontraba el nido a pesar de estar en terreno desconocido, mientras que las que tenían ocelos descubiertos (Oc) se dirigían en dirección opuesta a donde se encontraba  el hormiguero. Ocurría lo mismo con las hormigas ZV.

Por lo tanto se llegó a la conclusión de que los ocelos NO eran necesarios para el sistema de integración de ruta de las hormigas, sino que servían mas como apoyo para los ojos compuestos, es decir, en el caso de encontrarse un obstáculo en el camino, los ocelos se aseguran que una vez esquivado el obstáculo pueden volver a la ruta original.
También se piensa que el sistema de captación de señales cardinales celestes de los ocelos podría ser una exaptación derivada de antepasados de esas hormigas que volaban, y que utilizaban los ocelos para estabilizar su vuelo.

Fuente: A new navigational mechanism mediated by ant ocelli Sebastian Schwarz, Antoine Wystrach and Ken Cheng

                                                                                                                               Gontzal Merchán De la Cruz